Buenas Prácticas en Salas de Estimulación Sensorial

Las salas de estimulación sensorial se han convertido en una herramienta esencial en el ámbito de la educación, la rehabilitación y el bienestar para promover el desarrollo cognitivo, motor, sensorial y emocional de todo tipo de personas. Desde la estimulación temprana en bebés, hasta la estimulación de personas mayores con demencias, estos espacios multisensoriales son efectivos para incentivar el aprendizaje, la relajación y el desarrollo de habilidades motoras y cognitivas.

En Eneso somos especialistas en crear productos innovadores que optimizan estos espacios multisensoriales y queremos compartir contigo algunas buenas prácticas para optimizar el uso de las salas de estimulación sensorial y garantizar que los usuarios obtengan el máximo beneficio de las sesiones programadas.

¿Qué es una sala de estimulación sensorial?

Una sala de estimulación sensorial es un espacio diseñado para ofrecer un entorno controlado en el que se estimulan los sentidos mediante luz, colores, sonidos, vibración, movimiento, texturas, aromas y otras herramientas interactivas. Nuestras salas pueden ser utilizadas para distintos fines: desde la relajación y la mejora de la autorregulación emocional, hasta el desarrollo de habilidades cognitivas, motoras y comunicativas.

Para que estos entornos sean realmente efectivos, es importante seguir una serie de buenas prácticas que optimicen su uso.


Buenas prácticas en una sala de estimulación sensorial

1. Personalización de las actividades según las necesidades del usuario

Cada persona es diferente, y sus necesidades sensoriales también lo son. Antes de empezar a utilizar una sala sensorial, es fundamental evaluar las capacidades y sensibilidades del usuario, esto es, realizar el perfil sensorial de cada uno de los usuarios, en el que se detectarán posibles hipersensibilidades (como la intolerancia a ciertos sonidos o luces), hiposensibilidades o estímulos que resulten particularmente beneficiosos para su desarrollo. Un enfoque individualizado permitirá adaptar los estímulos de la sala a las necesidades específicas de cada persona, facilitando un entorno seguro y agradable.


2. Utilización progresiva de los estímulos

Al trabajar con usuarios que pueden ser sensibles a ciertos estímulos, es recomendable introducir los elementos sensoriales de forma gradual. Comienza con estímulos suaves, como luces tenues o sonidos bajos, y ve aumentando la intensidad a medida que el usuario se adapta. Esto evitará que se sientan sobrecargados o ansiosos. Es esencial también dar tiempo suficiente para que los usuarios procesen los estímulos antes de introducir nuevos elementos. La estimulación excesiva puede ser contraproducente, por lo que equilibrar el uso de la sala es clave.


3. Establecimiento de objetivos claros

Las sesiones en una sala sensorial no deben ser únicamente para entretenimiento. Es importante establecer objetivos terapéuticos o educativos concretos antes de cada sesión. Estos objetivos pueden incluir la mejora de la concentración, la relajación, el desarrollo de habilidades motoras o la mejora de la comunicación. Un enfoque estructurado ayudará a monitorizar el progreso del usuario, ajustando las actividades según sus avances o dificultades.


4. Creación de un ambiente seguro y controlado

La seguridad es primordial en una sala sensorial. Asegúrate de que todos los equipos estén correctamente instalados y que los cables y enchufes estén fuera del alcance de los usuarios. Además, los materiales utilizados deben ser suaves y seguros, evitando cualquier riesgo de accidentes. La supervisión constante es igualmente importante, especialmente cuando se trabaja con usuarios que pueden tener dificultades para comunicarse o reaccionar a los estímulos de forma inesperada.


5. Fomento de la exploración autónoma

Una sala sensorial debe invitar a la exploración y la curiosidad. Ofrecer libertad al usuario para que interactúe con los diferentes estímulos de forma autónoma puede ser muy beneficioso para fomentar la creatividad, la independencia y el desarrollo cognitivo. Esto no significa que el terapeuta o educador no deba intervenir, sino que debe proporcionar un equilibrio entre la guía y la autonomía, permitiendo que el usuario descubra y disfrute de los estímulos a su propio ritmo.


6. Registro y seguimiento de las sesiones

Mantener un registro de cómo reacciona cada usuario a los distintos estímulos y actividades es fundamental para ajustar las sesiones a lo largo del tiempo. Este seguimiento permitirá evaluar qué elementos funcionan mejor y cuáles pueden necesitar modificaciones. El registro puede incluir aspectos como las reacciones emocionales del usuario, la mejora en habilidades específicas o su nivel de atención durante la sesión.


Ejemplos de herramientas sensoriales útiles

En Eneso, contamos con una amplia gama de dispositivos diseñados para estimular los sentidos de manera segura y eficaz. Algunas de las herramientas más utilizadas en las salas multisensoriales incluyen:

  • Tubo de burbujas: Proporciona estímulos visuales, sonoros y vibratorios que podemos controlar para para fomentar al interacción.
  • Fibra óptica: Ideal para la estimulación visual, táctil y propioceptiva, creando un entorno envolvente y atractivo.
  • Sonocroma: Un dispositivo que juega con los sonidos, los colores y las luces, promoviendo la sinestesia y el trabajo cognitivo a través de la multisensorialidad.
  • Piscina de bolas vibroacústica: Combina la estimulación táctil con vibraciones y sonidos, luces y colores, ideal para mejorar la motricidad y promover la propiocepción y la vestibulación.
  • Cama de agua vibroacústica: Combina la sensación de estar flotando con vibraciones que se sincronizan con el sonido, ideal para sesiones de relajación y de vestibulación.
  • Eneso Director-Teatro Sensorial: Permite crear experiencias inmersivas, combinando luces, sonidos, elementos, imágenes y otros estímulos para crear narrativas sensoriales únicas.


Las salas de estimulación sensorial de Eneso ofrecen un sinfín de herramientas potentes que transforman los espacios sensoriales en entornos adaptados para el desarrollo y el bienestar. Siguiendo estas buenas prácticas, podrás maximizar los beneficios terapéuticos de cada elemento, promoviendo la interacción, la relajación, la creatividad y el desarrollo motor, cognitivo, comunicativo y sensorial.

En Eneso, estamos comprometidos a ofrecer soluciones adaptadas y de alta calidad para crear entornos sensoriales efectivos. Si necesitas asesoramiento para equipar o mejorar una sala sensorial, no dudes en contactarnos. Estaremos encantados de ayudarte a crear un espacio que transforme la vida de quienes lo utilicen.

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